Recuerdo que mi primer acercamiento con Arguedas se diera al leer Yawar Fiesta y me molestará tremendamente la cantidad de palabras en quechua a veces rompían para mí el hilo general del historia. Tenía una rara visualización de lo que en general suele suponerse a José María; como guastaba que lo llamaran en España. Me parecía, y por continuas investigaciones, que su indigenismo era receloso, que partía de un centro demarcado llamado relativismo cultural .Que ella no englobaba el sentir de una cultura en movimiento y que era como vernos en un centro de cuidado de nativos e indios. No todos somos andinos me repetía y con ello mi extrañeza por tan escrito que se hacia notar como reivindicacioncita y como general muestra de liberta y defensa por nuestra cultura. Recuerdo también que al leerlo posteriormente en los Ríos Profundos aprendí a notar que su lectura fuera participativa, lenta y dulce…seguramente por que ya había iniciado mis estudios de antropología. Pero luego de un viaje a Lima y junto a “El castor” pudiéramos comprar un libro que pasaba de elevado para mi ínfimo bolsillo, compraría uno en el que se decía tesis doctoral. “Las comunidades de Perú y España” me parecía extraño, aquella que leyéndola lentamente y con pausado clamor y con desmedido interés me mostrar pasajes y relaciones interesantes como que en Bermillo utilizarán también unas maquinas o telares similares a Huahuas, un distrito muy cercano a Huancayo donde yo vivía. Que la palpa, aquello que mis paisanos se sintieran tan orgullos por demostrar que somos distintos con otros pueblo del Perú en cuanto a generosidad, tenía un parecido gigantesco con la ceremonia de matrimonio visto por allá
A parte de esa franqueza en al cual el gran José María acrecienta en su visión y sus sentimientos…recuerdo una parte donde comenta: Me resisto a no comentarlo. Nunca me hubiera imaginado que un antropólogo pueda situar un sentimiento como la resistencia a no expresarlo, a sentirse franco y explotar en sinceridad un fenómeno que lo cautivaría. Pocos como en los Tristes Trópicos de CL-S han logrado ver a la antropología como un hipercosmos donde en arte de narrar se desborda y uno toma un fragmento de ciencia social y logra persuadirte a escribir de la misma manera.
Nunca me arrepentiría de haberlo adquirido y encuentro gustoso conservarlo y poderlo utilizarlo en clases. Un libro recomendable y que de seguro persuade a leerlo en muchos más trabajos de su autoría…
aun recuerdo la cara de "enamorado" que pusiste al encontrar el libro, que bueno que haya valido la pena, Feliz dia del quechua ( aunque fue ayer), por Arguedas y todo lo que hizo. RomA.
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